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Un amante, que dice amar, nunca puede lastimar a su amado. El amor exige que te preocupes al máximo por tu amado. Le preocupan sus sentimientos. Los haces lo más cómodos posible. Los mantienes lo más felices posible. Les ayudas a cumplir sus sueños. Los alienta durante los momentos difíciles y siempre está ahí para ellos. Si no haces esto, no habrá nada llamado amor. La definición de amor incluye las cualidades que mencioné.
Esto sucede. En muchas relaciones sucede a lo largo de la vida. Estas parejas no necesitan preocuparse para saber sobre el cielo. Su hogar es el cielo. Pero en algunas relaciones, si un amante desea separarse por cualquier motivo, incluidos los sentimientos de ser tratado injustamente, los resultados serán desgarradores.
Veamos lo que sucederá. Cuando el amante que desea separarse recuerda todas las inversiones que hizo por el amor, sentirá que todo se ha echado a perder. Todos mis sacrificios son en vano. Hice tanto durante muchos años, y ahora, ¿cuál es el resultado? Esta frustración e ira se dirige hacia la pareja. En ese momento el amante que se separa se olvida de que le pasará peor a quien se irá. Solo los pensamientos egoístas ocupan la mente.
Ésta es la tragedia de tal amor. El que se queda atrás podría haber hecho más sacrificios y dado mucho más por amor. Él / ella se desconcierta por el motivo de esta ruptura. Es como un terremoto repentino. Por eso pregunté, que si amas a alguien, ¿por qué lastimar?
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